Quiero escuchar del ave el canto
lejano a la metralla
Ver caminar a los niños
libres, por los valles del mundo...
Que oremos por todos
algunos dicen
...y me pregunto:
¿será que ellos oran sólo por algunos?
El sueño se inquieta
cuando unos lanzan
sus terroristas amenazas
a los más poderosos del mundo...
Uno teme por sus hombres y mujeres de bien
¿será que un día ellos se preocupen por los suyos?
Ay, mundo, cómo me dueles
al igual
que a muchos...
pero, ¿a ellos, les importas?
Lanzan estigmas, piedras, en lugar de buscar
de la paz, los tratados...
Me duelen, cómo duelen
las manchas de sangre
de cualquier inocente
que cae muerto
en las tibias o frías calles
de México o cualquier lugar del mundo...
Libre soy de ponerme la bandera de México o de Francia.
Los más tibios suelen cuestionar
suelen ser los que no portan bandera alguna
en su corazón...
Los poetas portamos en el corazón
las banderas del orbe, palomas blancas, simbólicos arco iris
Amando, cada uno a nuestra patria
somos habitantes del mundo
Y el mundo gira, y volvemos la mirada
y elevamos plegarias por los de aquí y de allá
por los de cualquier nación
aunque en algunas nos llamen perros
por no llamar
a Dios
con el nombre
que ellos gustan.
Sea de ellos el dilema
o el rechazo
Nada podemos hacer
sino orar al Dios único
por todos
Sin olvidar que ellos
han de cargar los ataúdes
los gritos y estertores
los quejidos y lamentos
las lágrimas de las viudas
el clamor de los niños
las velas del funeral
los ojos abiertos de los cadáveres inertes
y los pedazos de carne
diseminados
de los suyos...
y de sus víctimas
Ah, humanidad,
cuándo caminaremos
por las vías de la bondad
de la absoluta
libertad de cultos.
No me entretengas con cuestionamientos de banderas
cuando el mundo se estremece
Poco abarca tu mirada
casi ciega
cuando las pezuñas
de los apocalípticos jinetes
parecieran andar sueltas.
Deja de interrumpir la oración
de quienes lloramos
en silencio
por el mundo
por todos
sin diferencia de raza
credo o filosofías.
Martha Durazzo
D.R.2016
*Fotografía: ARELY AGUILERA.
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